Ayer, durante lo que algunos religiosos llaman el "viernes santo", nos dimos cuenta de la arrogancia del párroco de la iglesia Espíritu Santo, Valeriano Miguelez de la Torre, dirigiendo a un grupo de seguidores en vestimenta más apropiada para un día de Halloween, a través de las calles de nuestra comunidad, Floral Park.
El ridículo espectáculo que trajo a la mente las atrocidades de la iglesia católica en el transcurso de su ensangrentada y enviciada historia, recreando la crucifixión del famoso Cristo, sirvió, una vez más para demostrar que cuando se trata de mantener relevante su existencia, el Valeriano Miguelez de la Torre – oriundo de algún recoveco de España – le importó muy poco que el camión "Tumba Coco" a la cabecera de su caravana, desplegara su escándalo frente a la égida Sunrise en la calle Ruiz Belvis, donde residen muchos pacientes enfermos y encamados, y el Hospital Pavía.
En 55 años que llevo viviendo en Floral Park, nunca vi semejante falta de consideración con la comunidad por parte de una entidad religiosa en picada y corrupta, y su director, quién, aparentemente cree que todavía Puerto Rico es colonia de España, y que él puede hacer lo que le da la gana porque se lo permite el mismo Cristo que acepta que él viva a expensas de los contribuyentes.
A todo esto, la incompetente policía estatal iba protegiendo la indignante caravana, en vez de multar a los responsables de la crasa violación de múltiples ordenanzas del orden público.
Espero que ningún paciente de la égida mencionada, ni del hospital Pavía haya sufrido percance alguno gracias a la arrogancia y prepotencia del párroco de la iglesia Espíritu Santo, el ya mencionado Valeriano Miguelez de la Torre. ¡Le debería dar vergüenza!
Jose Orbi
Residente de Floral Park
(1960-2016)
El ridículo espectáculo que trajo a la mente las atrocidades de la iglesia católica en el transcurso de su ensangrentada y enviciada historia, recreando la crucifixión del famoso Cristo, sirvió, una vez más para demostrar que cuando se trata de mantener relevante su existencia, el Valeriano Miguelez de la Torre – oriundo de algún recoveco de España – le importó muy poco que el camión "Tumba Coco" a la cabecera de su caravana, desplegara su escándalo frente a la égida Sunrise en la calle Ruiz Belvis, donde residen muchos pacientes enfermos y encamados, y el Hospital Pavía.
En 55 años que llevo viviendo en Floral Park, nunca vi semejante falta de consideración con la comunidad por parte de una entidad religiosa en picada y corrupta, y su director, quién, aparentemente cree que todavía Puerto Rico es colonia de España, y que él puede hacer lo que le da la gana porque se lo permite el mismo Cristo que acepta que él viva a expensas de los contribuyentes.
A todo esto, la incompetente policía estatal iba protegiendo la indignante caravana, en vez de multar a los responsables de la crasa violación de múltiples ordenanzas del orden público.
Espero que ningún paciente de la égida mencionada, ni del hospital Pavía haya sufrido percance alguno gracias a la arrogancia y prepotencia del párroco de la iglesia Espíritu Santo, el ya mencionado Valeriano Miguelez de la Torre. ¡Le debería dar vergüenza!
Jose Orbi
Residente de Floral Park
(1960-2016)
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