Jorge Burgos, hijo, compra propiedades. Jorge Burgos, hijo, hace un par de años compró la casa en 54 Ruiz Belvis. Luego invirtió una cantidad de dinero en el arreglo, dividió aún más la dividida residencia, y se dedicó a alquilársela a cualquiera.
Sus últimos inquilinos son un grupo de personas que usan las calles de Floral Park, en el corazón de la Milla de Oro, para estacionar ilegalmente su vehículo pesado, en este caso una cafetería rodante. Anteriormente este grupo cuyo negocio es mayormente en efectivo (¿pagarán impuestos como nosotros?) estaban ubicados en la Calle Matienzo Cintrón, en la misma urbanización, donde todas las tardes, luego de pasar el día vendiendo tripletas y emparedados fuera del área, descargaban su agua sucia en la alcantarilla, vaciaban y limpiaban la camioneta en la calle, para luego dejarla estacionada con una conexión eléctrica, atravesada por la acera, arriesgando a los peatones que caminaban por la misma.
De pronto este mismo grupo aparece como inquilinos del Sr. Jorge Burgos, hijo en 54 de la Calle Ruiz Belvis, en Floral Park, con todo y su conexión eléctrica ilegal--una caja de metal a la intemperie, lo que puede causar un corto circuito durante una lluvia fuerte, creando las condiciones perfectas para una tragedia.
Pero, al Sr. Jorge Burgos, hijo no le importa porque evidentemente lo único que le importa al Sr. Jorge Burgos, hijo es la ganancia de su inversión, no el peligro que le causa al vecindario, y a vecinos como a la Sra. Carlota Aguiar, de 92 años.
Aparentemente, el Sr. Jorge Burgos, hijo tampoco entiende que no importa cuánto él invirtió en mejoras a la casa del 54 de la Calle Ruiz Belvis, tener ese cacharro rodante--casi del mismo ancho de la entrada--estacionado al frente, le confiere una pinta arrabalera de residencial público que desvalora la propiedad.
Mientras tanto, el Sr. Jorge Burgos, hijo expone al vecindario a una catástrofe porque la dicha cafetería ambulante carga dos tanques de gas enormes, al aire libre, ubicados, dicho sea de paso, sobre la línea eléctrica, ilegalmente conectada a la residencia del Sr. Jorge Burgos, hijo.
De un tanque de gas estallar, los daños a los hogares que se encuentran alrededor serían extensos. Podría destruir parte de la residencia de la jubilada catedrática de la UPR María Esther Herrera además de posiblemente causarle la muerte a algún infeliz que en ese momento tuvo la mala suerte de encontrarse frente al 54 de la Calle Ruiz Belvis cuando el destino decidió desquitarse con el Sr. Jorge Burgos, hijo. ¿Todo ese riesgo por un par de pesos al mes?
Esta no es la primera vez que el Sr. Jorge Burgos, hijo, enfrenta indiferentemente a sus vecinos y su arrogancia y prepotencia traiciona al vecindario, y afecta su seguridad. Señores, el Judas, viste de blanco.
Aparte de lo anterior, me pregunto, ¿quién se atrevería comer algo preparado en un cacharro que se disfraza de cafetería rodante de saber que la comida que sirven ha estado en el medio de una carretera toda la noche, donde las cucarachas, ratones, ratas -- y no hablemos de gatos enfermos y muertos del hambre -- hacen fiesta por un pedazo de pan?
Manténganse sintonizados a este medio para que disfruten de las des-aventuras de los que bailan al son del billete.
José Orbi
Residente-Propietario
Floral Park/1960
Sus últimos inquilinos son un grupo de personas que usan las calles de Floral Park, en el corazón de la Milla de Oro, para estacionar ilegalmente su vehículo pesado, en este caso una cafetería rodante. Anteriormente este grupo cuyo negocio es mayormente en efectivo (¿pagarán impuestos como nosotros?) estaban ubicados en la Calle Matienzo Cintrón, en la misma urbanización, donde todas las tardes, luego de pasar el día vendiendo tripletas y emparedados fuera del área, descargaban su agua sucia en la alcantarilla, vaciaban y limpiaban la camioneta en la calle, para luego dejarla estacionada con una conexión eléctrica, atravesada por la acera, arriesgando a los peatones que caminaban por la misma.
De pronto este mismo grupo aparece como inquilinos del Sr. Jorge Burgos, hijo en 54 de la Calle Ruiz Belvis, en Floral Park, con todo y su conexión eléctrica ilegal--una caja de metal a la intemperie, lo que puede causar un corto circuito durante una lluvia fuerte, creando las condiciones perfectas para una tragedia.
¡Alerta Floral Park! ¡Tanques de gas amenazan el vecindario! |
Pero, al Sr. Jorge Burgos, hijo no le importa porque evidentemente lo único que le importa al Sr. Jorge Burgos, hijo es la ganancia de su inversión, no el peligro que le causa al vecindario, y a vecinos como a la Sra. Carlota Aguiar, de 92 años.
Aparentemente, el Sr. Jorge Burgos, hijo tampoco entiende que no importa cuánto él invirtió en mejoras a la casa del 54 de la Calle Ruiz Belvis, tener ese cacharro rodante--casi del mismo ancho de la entrada--estacionado al frente, le confiere una pinta arrabalera de residencial público que desvalora la propiedad.
Mientras tanto, el Sr. Jorge Burgos, hijo expone al vecindario a una catástrofe porque la dicha cafetería ambulante carga dos tanques de gas enormes, al aire libre, ubicados, dicho sea de paso, sobre la línea eléctrica, ilegalmente conectada a la residencia del Sr. Jorge Burgos, hijo.
De un tanque de gas estallar, los daños a los hogares que se encuentran alrededor serían extensos. Podría destruir parte de la residencia de la jubilada catedrática de la UPR María Esther Herrera además de posiblemente causarle la muerte a algún infeliz que en ese momento tuvo la mala suerte de encontrarse frente al 54 de la Calle Ruiz Belvis cuando el destino decidió desquitarse con el Sr. Jorge Burgos, hijo. ¿Todo ese riesgo por un par de pesos al mes?
Conexión eléctrica ilegal junto al contador de agua |
Rodante embellece al 54 de la Calle Ruiz Belvis en Floral Park. |
Aparte de lo anterior, me pregunto, ¿quién se atrevería comer algo preparado en un cacharro que se disfraza de cafetería rodante de saber que la comida que sirven ha estado en el medio de una carretera toda la noche, donde las cucarachas, ratones, ratas -- y no hablemos de gatos enfermos y muertos del hambre -- hacen fiesta por un pedazo de pan?
Manténganse sintonizados a este medio para que disfruten de las des-aventuras de los que bailan al son del billete.
José Orbi
Residente-Propietario
Floral Park/1960
Mita Chic. Parte de la mafia Mita. Gente sin cultura. Lo único que adoran es el dios del billete de $100.
ResponderBorrarEstan convirtiendo a Floral Park en un arrabal... el dueño de la residencia promueve esta conducta..... Hay varias violaciones de salud, bomberos, transito, municipal... y las autoridades NO HACEN NADA AL RESPECTO.... Es una verguenza. "Con mani es que baila el mono".... otra vez el refran de los abogados/mitas, hace escante.... Esto acabara en corte eventualmente.... y al parecer, esto ya venia planificandose desde hace tiempo.... Por lo que se puede apreciar, a los (el) dueño) del "food truck", aparentemente los sacaron o se mudaron de donde estaban anteriormente en la calle Matienzo Cintron....
ResponderBorrarNos estuvo curioso que la gente de la cafetería rodante tuviera una página en Facebook, pero sí. Admitieron ser los del artículo y les sorprendió. También mencionan que nunca han tenido problemas con los vecinos de Floral Park, inclusive en la Calle Matienzo Cintrón. Imagino que se les olvidó cuando la policía se les presentó para pedirle cuentas, algo que nos informó un miembro del Consejo de Seguridad de Floral Park.
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