Conocí a María Ester Herrera Blanco a mediados de los años 60, cuándo ella y su señora madre, doña María, se mudaron a la casa en el 461 de la Calle Padre Berrios, en Floral Park.
En ese tantísimo tiempo, llegué a conocer a María Ester, una mujer culta, para quien la fe, la música y la conservación del medio ambiente le eran muy importante.
Al morir doña María, María Ester, muy ocupada con su carrera de catedrática en la UPR en Rio Piedras, contrató una señora de nombre "Iselva" en calidad de ama de llaves/acompañante, etc.
Pasan los años, y dicha doña Iselva decide regresar a su país de origen (República Dominicana) y María Ester se ve necesitada a contratar a otra persona para tomar su lugar.
De repente, doña "Carmen" de apellido de la Peña, aparece en casa de María Ester, ejerciendo el mismo rol de su compatriota.
Para ese entonces, María Ester empieza a enfrentar pormenores de salud, se retira como profesora de la UPR y se dedica esencialmente a peregrinar a Medjugorje y a velar por su bienestar físico.
Poco a poco María Ester, una mujer que nunca faltaba a misa, empezó a ausentarse de su iglesia. Las visitas de amigos y compañeros se hicieron menos frecuentes y de uno o dos años para acá, María Ester Herrera, para todos aquellos que la conocimos y que somos sus vecinos de tantos años, desapareció.
Poco a poco empezaron los rumores de su misteriosa desaparición.
Cuando vecinos y familiares preguntan por ella, su "ama de llave" doña Carmen de la Peña, dice que María Ester no está bien de salud y no permite que la vean. La hija de doña Carmen, de nombre Jaqueline, ahora también reside en la casa de María Ester y las dos aparentemente contrataron los servicios de otra señora que se ocupa del servicio y limpieza de la propiedad.
Hace como seis años, comenzó una construcción en la propiedad de María Ester Herrera que todavía continúa.
Primero, se llevaron a cabo cambios en la tubería eléctrica, etc. Luego, un contratista de nombre "Luis" construyó una adición en la parte de atrás de la casa de María Ester, seguidamente por otras alteraciones drásticas a la propiedad, incluso el derribamiento de la verja y la construcción de una marquesina para vehículos tan imponente que alteró completamente el diseño original de la propiedad. La casa gozaba de un garage que años atrás María Ester convirtió en un apartamento para la enfermera de su señora madre, doña María.
En ningún momento este contratista de nombre Luis exhibió su permiso de construcción en la propiedad como lo exige la ley.
El escándalo producido por martillos hidráulicos, sierras, etc. y las alteraciones a la propiedad de María Ester Herrera Blanco ha sido tal que en varias ocasiones, vecinos, incluyendo la Sra. Carlota Aguiar, Presidenta de la Asociación de Residentes de Floral Park, y este servidor, nos hemos quejado. Las protestas al escándalo han sido recibidas con sonrisas condescendientes por parte de doña Carmen, y su hija Jaqueline, mientras el escándalo en la propiedad de María Ester Herrera Blanco no acaba.
Nos preguntamos: ¿Cómo es posible que una persona tan enferma como dicen que está María Ester, puede vivir en una casa donde los martillos hidráulicos y las sierras producen un alboroto inhumano? ¿Está María Ester consciente de lo que sucede? ¿Sabe ella lo que ocurre en su propiedad? Ha dado ella la autorización para la construcción?
Poco después del comienzo de la construcción en casa de María Ester Herrera, vecinos presenciaron como los contratistas trabajando en la casa de ella, envenenaron 3 árboles en las aceras de la casa. Estos inmediatamente se comunicaron con Recursos Naturales, y radicaron una querella.
Al paso de unas semanas, varios individuos con sierras de gasolina demolieron los árboles que María Ester siempre protegió con tanto afán, dejando solamente los troncos como evidencia del siniestro. ¿Tenía esa gente cortando los árboles permiso del Departamento de Recursos Naturales como lo exige la ley?
Recuerdo como ayer el día que María Ester Herrera Blanco me dijo: «Las aceras y las verjas se pueden arreglar. Los árboles son irremplazables». María Ester Herrera NUNCA hubiera permitido el envenenamiento y el corte de "sus árboles".
¿Quién fue el atrevido(a) de ordenar el envenenamiento de los árboles?
Por otro lado, también recordamos la razón para María Ester comprar la casa de dos pisos, donde vivió el autor ganador del premio Nobel de Literatura, Juan Ramón Jiménez, propiedad que colinda con la suya: «Para que no se le mudase gente indeseable al lado».
Esa propiedad de María Ester, parte del patrimonio nacional de Puerto Rico, la están alterando improvisadamente de tal forma que ha violado su diseño original, dividiéndola en cuartuchos/apartamientos para alquiler como hicieron con el garage de la casa de María Ester.
¿Por qué María Ester Herrera, una persona que no necesita para nada, de pronto decide dividir una propiedad para alquilar apartamientos cuando el propósito de comprar dicho edificio originalmente fue para evitar que se le mudara gente "indeseable" al lado?
A todo esto, María Ester Herrera sigue misteriosamente ausente. Las decisiones que diariamente se llevan a cabo en su hogar son tan y tan peculiares y contrarias a su persona que vecinos, amigos y familiares están muy preocupados por su bienestar físico y mental, algo que amerita urgencia porque, aunque no se le ve, a María Ester se le oye gritando a menudo, hasta pidiendo auxilio.
Además, nos informan que en una ocasión, una persona se presentó a la casa de María Ester para ver el apartamiento en alquiler – el antes mencionado garage – y la hija de la Sra. Carmen de la Peña, Jaqueline se identificó como la dueña de la propiedad, algo completamente falso según el registro de la propiedad.
Los vecinos, amigos y familiares de María Ester Herrera tenemos la obligación de esclarecer esta situación, y exhortamos a las autoridades a tomar cartas en el asunto, uno que señala algo posiblemente peligroso para la persona de la Dra. María Ester Herrera Blanco.
José Orbi
Residente/Propietario Floral Park (1959)
lunes, 21 de abril de 2014
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Pueden iniciar con dar conocimiento al departamento de la familia sobre la situación, y/o a la oficina del Procurador de la vejez ya que si ustedes escuchan a doña María dar gritos como de auxilio y nadie puede pasar ni a visitarla pues ellos pueden ir a investigar . También pueden llamar a la policía para que intervenga en el asunto pues puede haber una situación de maltrato contra esa envejeciente
ResponderBorrarDeberían también verificar si cuenta con algún familiar , ya sea sobrino o alguien dentro del grado de consaguinidad que pueda intervenir en el asunto , pues si no tiene hijos o nietos sería cualquier otro familiar que pueda intervenir en esa situación.