Rara vez, en los anales de la justicia puertorriqueña se exhibe un caso tan extraordinario e interesante como el que sigue más adelante.
Hace años, mi familia – mi madre, mi hermano y yo – nos quejamos del ladrido de un perro en la propiedad de
María Ester Herrera Blanco, PhD, en la calle Padre Berrios 459, de Floral Park.
La señorita Herrera Blanco en estos momentos se encuentra encamada y se desconoce su condición. Entendemos que el control de la propiedad (des) de la señorita Herrera Blanco está en manos de la señora
Benita Peña Sánchez, quién, hasta hace poco, los vecinos de Floral Park conocían como doña Carmen; al igual que a su hija
Tomasa, a quién aquellos afortunados de conocerla, creían se llamaba Jaqueline.
Debido a la condición de la señorita Herrera Blanco, las quejas del perro fueron dirigidas a la señora Carmen/Benita Peña Sánchez, sin lograr ningún remedio del escándalo del perro a menos de 25 pies de nuestra propiedad, al cruzar la calle. (el mencionado can fue mascota de una inquilina de la señorita Herrera Blanco, quién por alguna razón, lo abandonó al desalojar el apartamiento en el 460 de la Calle Padre Berrios, también propiedad de la señorita Herrera Blanco).
Después de varios años de quejas – incluyendo por correo – por el ladrido constante del perro, acudimos a la Centro de Resolución de Conflictos, en el Tribunal, oficina que trató inútilmente de resolver la situación, porque la Sra. Peña nunca se presentó a la vista.
Después de varios años con este problema, mi hermano y yo dijimos "ya". Sometimos individualmente querellas basadas en la Ley 140 en contra de la señora
Carmen de la Peña/tcc Benita Peña Sánchez.
Como de costumbre, la misma no respondió a la vista y fue representada por el ilustre e hiperbólico letrado
Victor Vargas Baigés, quién, envalentonado por lo que él mantuvo era un abuso de nuestra parte, inmediatamente radicó una contrademanda por violación a la Ley 121 que protege a los envejecidos, alegando que nosotros escandalizábamos a la señora
Carmen/Benita y a su hija
Tomasa/Jaqueline con sonidos extraordinarios de perros, gritos de brujas etc, dirigidos a ellas cada vez que su "mascota" comenzaba su serenata.
Una interesante maniobra legal por parte del distinguido letrado porque, como se le informó a la trabajadora del Depto. De la Familia, es su cliente, la Sra. Benita Peña/tcc Carmen de la Peña quién tenía/tiene dos querellas radicadas en su contra con el Procurador de Envejecientes (posiblemente por las veces que se oyó a la Srta. María Ester Herrera gritando auxilio y socorro).
Por fin, la señora Carmen/Benita, y su hija Tomasa/Jaqueline se presentaron a la segunda vista en el Tribunal, acompañadas de su ilustre letrado, Victor Vargas Baigés.
Yo conozco la osadía de muchos abogados que, a falta de argumentos y razón, faltan el respeto a los demandantes con tal de impresionar a sus clientes, aunque las barbaridades que exponen en sala no tengan nada que ver con el caso.
Mi hermano, sin embargo, retirado de un decorado y distinguido servicio militar después de 41 años; veterano de Vietnam, Granada e Iraq, se ofendió con los comentarios del letrado y por poco le arranca de raíz su melena Ringoesca en sala.
Seguimos –
Ese día el Hon. Juez citó a un oficial de control de animales para que investigara la situación del perro.
Al concluir el oficial de Control de Animales su investigación, sometió los resultados al Hon. Tribunal, quién basó su decisión en los mismos. (Vean copia de la sentencia de la corte).
En su decisión, el Tribunal ordenó que el perro se mantenga a 100 pies de nuestra propiedad y no menciona bocinas/escándalos de nuestra parte, o abuso alguno de nuestra parte contra las "envejecidas" demandadas.
Imagino que la señora Carmen/Benita Peña y su hija Tomasa/Jaqueline les supo muy amarga esa decisión del Tribunal, porque si este caso se pudo resolver hace años después de la primera queja del perro, contratar a un abogado les costó dinero porque a parte de todo, el ilustre letrado Victor Vargas Baigés de seguro no trabaja pro bono.
DIME CON QUIÉN ANDAS Y TE DIRÉ QUIÉN ERES
El ilustre abogado Victor Vargas Baigés es una persona que, de acuerdo a las redes sociales, goza de muchos conocidos.
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Lcdo. Vargas Baigés (De pies, segundo de izquierda a derecha). A su lado, el Lcdo. Pérez Pietri. (Foto: Facebook) |
Uno en particular, me estuvo curioso.
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Lcdo. Ricardo Pérez Pietri en su página de Facebook |
El
Lcdo. Ricardo Pérez Pietri, quien aparece ser todo un caballero, anuncia abiertamente en su página de
Facebook su apoyo a un hombre que muchos, inclusive este servidor, consideramos una amenaza al mundo.
Yo le llamo el
Cochino Loco de la Peluca y se conoce en otros foros como
Donald Trump; el traidor ahora residente en Casa Blanca quién se ha convertido en un agente de influencia del tirano-dictador y asesino Ruso el
Pequeño Putin, además de ser responsable de la separación forzosa de miles de niños hispanos de sus padres; y un racista empedernido que no pierde oportunidad para humillar e insultar a los puertorriqueños.
Se preguntaran ustedes: ¿Qué tiene que ver el Lcdo. Ricardo Pérez Pietri o su ideología política con el caso del perro en Floral Park?
Absolutamente NADA. Si creen que mencionar al Lcdo. Ricardo Pérez Pietri en este foro es una impertinencia o de mal gusto, piensen en aquellas palabras que nunca dijo Voltaire, "mancillar no es lo mismo que un lobo que ladra, o un perro sato histérico con ínfulas de perro de raza".
José Orbi
Floral Park, 2018