viernes, 19 de septiembre de 2008

Haciendo caca y pipí

¿A quién se le ocurre?

Me cuenta un amigo que él se pasa espantando a algunos vecinos que, sin tener consideración con los residentes de la urbanización, llevan sus perritos a orinar y a hacer caca frente a residencias ajenas.

Lo primero que mi amigo hace es llamarles la atención de una manera firme, pero cortés. Si las personas no se llevan sus animales a otro lado a hacer sus necesidades, nuestro conocido entonces les llama la atención, y les da a conocer las ordenanzas municipales que prohíben que dueños de perros dejen los “desperdicios” de sus mascotas regadas por las calles y las aceras de nuestra ciudad.

De estos vecinos inconsiderados no hacerle caso, mi amigo entonces los insulta y los humilla para así asegurarse que la próxima vez, esos vecinos inconsiderados lo piensen dos veces antes de llevar sus perros a orinar y a hacer caca frente a su residencia.

Eso nos pone a pensar: El orín y el desperdicio fecal de un perro es... un desperdicio. El que no sepa que tirar desperdicios en la calle está prohibido, es, en nuestra opinión, una persona que no conoce lo que es el deber cívico.

A nadie le gusta que las aceras, donde juegan nuestros niños... y por donde caminan los ciudadanos estén apestando a orín y llenas de mierda.

A nadie tampoco le puede gustar que un imbécil traiga sus animales a orinársele y a cagar frente a su residencia.

Nos preguntamos: ¿Por qué esa gente no hace que sus perritos orinen y hagan caca en su casa? ¿Por qué tiene que ser frente a casa de otra gente?

La falta de consideración y de sentido común de alguna gente nos sorprende de tal manera que hemos decidido publicar fotos de esas personas inconsideradas que llevan sus perros a orinar y a defecar frente a las residencias de otra gente; ensuciando las aceras de nuestra ciudad.

Estén pendientes a esta página para ver si reconocen a alguien.

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