sábado, 20 de septiembre de 2008

Lo que le costó el guineo...

Nos informa un amigo que un obrero que trabaja en la construcción de la nueva Plaza AEELA, en Hato Rey, se estacionó ilegalmente frente a una residencia y, en camino a la obra, peló un guineo y, en vez de botar la cáscara en un zafacón, la colocó graciosamente en un hueco en un árbol frente a la casa del vecino.

Por mala suerte –para el obrero– el vecino estaba en ese momento saliendo de su residencia y le pidió que no dejara la basura frente a su residencia. Él hombre ignoró al vecino y siguió rumbo a la obra donde trabaja para F&R Construction, bajo la supervisión del Ing. Fernando Márquez.

Posiblemente, el obrero, quien es procedente de Trinidad, pensó que en Puerto Rico las leyes no se dan a respetar, por lo que no prestó atención a las advertencias del vecino, quien seguidamente llamó la policía.

Luego de varios minutos, se presentó el policía municipal Dionisio Sánchez, del cuartel Hato Rey Este, bajo el mando del Teniente Jaime Pérez, y tomó la queja. Después de analizar la situación, el oficial le dio un boleto al automóvil del obrero por estar estacionado, ilegalmente. El costo del boleto: $75.

Más tarde, el oficial Sánchez pudo identificar al obrero quien regresó a su automóvil, y le ordenó al hombre a que sacara la cáscara de guineo de su aposento, o lo multaba por arrojar basura en la calle, lo que le hubiera costado unos $500 adicionales. El obrero por fín cayó en cuenta y sin protestar, se llevó su cáscara de guineo, además que tuvo que mover su automóvil de donde estaba estacionado, ya que, a la hora, el oficial Sánchez le hubiera citado con otro boleto por seguir estacionado ilegalmente.

Nos imaginamos que al terminar el día, el individuo pensó que definitivamente aquel guineo le costó muy caro. Estamos seguros que la próxima vez que ese señor se coma un guineo, él no se va a atrever a ensuciar nuestras calles ni nuestras aceras con su basura.

Eso, por lo menos, se lo podemos agradecer al oficial Dionisio Sánchez de la Policía Municipal que decidió esa mañana, dar a respetar la autoridad, las leyes y las ordenanzas de Puerto Rico.

viernes, 19 de septiembre de 2008

Haciendo caca y pipí

¿A quién se le ocurre?

Me cuenta un amigo que él se pasa espantando a algunos vecinos que, sin tener consideración con los residentes de la urbanización, llevan sus perritos a orinar y a hacer caca frente a residencias ajenas.

Lo primero que mi amigo hace es llamarles la atención de una manera firme, pero cortés. Si las personas no se llevan sus animales a otro lado a hacer sus necesidades, nuestro conocido entonces les llama la atención, y les da a conocer las ordenanzas municipales que prohíben que dueños de perros dejen los “desperdicios” de sus mascotas regadas por las calles y las aceras de nuestra ciudad.

De estos vecinos inconsiderados no hacerle caso, mi amigo entonces los insulta y los humilla para así asegurarse que la próxima vez, esos vecinos inconsiderados lo piensen dos veces antes de llevar sus perros a orinar y a hacer caca frente a su residencia.

Eso nos pone a pensar: El orín y el desperdicio fecal de un perro es... un desperdicio. El que no sepa que tirar desperdicios en la calle está prohibido, es, en nuestra opinión, una persona que no conoce lo que es el deber cívico.

A nadie le gusta que las aceras, donde juegan nuestros niños... y por donde caminan los ciudadanos estén apestando a orín y llenas de mierda.

A nadie tampoco le puede gustar que un imbécil traiga sus animales a orinársele y a cagar frente a su residencia.

Nos preguntamos: ¿Por qué esa gente no hace que sus perritos orinen y hagan caca en su casa? ¿Por qué tiene que ser frente a casa de otra gente?

La falta de consideración y de sentido común de alguna gente nos sorprende de tal manera que hemos decidido publicar fotos de esas personas inconsideradas que llevan sus perros a orinar y a defecar frente a las residencias de otra gente; ensuciando las aceras de nuestra ciudad.

Estén pendientes a esta página para ver si reconocen a alguien.

lunes, 14 de julio de 2008

¿Y la policía dónde está?

Hace casi 10 años que en la Urbanización Floral Park, en Hato Rey, la Policía de Puerto Rico rehúsa hacer cumplir las leyes de transito a pesar que miles de gente ajena visitan el vecindario todos los días, estacionando ilegalmente, ignorando los letreros en las calles (ejemplo: Pare) y transitando a toda velocidad en dirección contraria.

Esta situación pone en peligro las vidas de los residentes y causa el desorden y la anarquía.

Recientemente apelamos a Fortaleza con nuestras preocupaciones. Seguidamente, de la Oficina de Asuntos del Ciudadano, recibimos una carta de parte del Sr. Juan José López, quien le hizo llegar nuestra comunicación a los diferentes departamentos del gobierno, incluyendo a la Superintendencia de la Policía y a Obras Publicas.

No pasó una semana cuando el 28 de agosto recibimos carta del Superintendente de la Policía, el Lcdo. Pedro Toledo, quien nos informó que le pasó la comunicación al Coronel Benjamín Rodríguez Torres, quien, por su parte, se la pasó al Comandante del Área de San Juan el Tnte. Cor. Leovigildo Vázquez Bonilla.

Por otro lado también recibimos una carta de parte de la Sra. Wanda Morales Sánchez, Directora de Asuntos del Ciudadano, informándonos que le pasó la carta que recibieron de Fortaleza al Sr. Omar Montañéz Domenech, Director del Cuerpo de Ordenamiento de Tránsito del Departamento de Transportación y Obras Públicas.

Evidentemente, los funcionarios públicos de nuestro gobierno han aprendido el arte de "pasar la papa caliente." Escriben una carta, la archivan y seguidamente, se olvidan del asunto. En otras palabras, la pasó, la pasó y no pasa nada.

Casi un mes más tarde, las únicas personas que respondieron al llamado fueron el Capitán Jorge Sánchez, de Comandancia, que por lo menos tuvo la cortesía de intervenir personalmente con el cuartel de Hato Rey Este, el Sr. Omar Montañéz Domenech, y el Primer Teniente Orlando Rivera del cuartel de Hato Rey Este, quien se comprometió con la Sra. Carlota Aguiar Presidenta de la Asociación de Residentes de Floral Park, en aumentar la vigilancia en el vecindario y a dar boletos a los automóviles violando la ley.
El resultado fue que dos motociclistas aparecieron al día siguiente, le llamaron la atención a varios vehículos viajando en dirección contraria, y se marcharon.

En todo ese tiempo –más de 10 años– la Policía de Puerto Rico no ha dado un solo boleto a un automovilista transitando en dirección contraria en Floral Park.

Según me informan miembros de la uniformada del cuartel Hato Rey Este, no existen suficientes policías para hacer que los automovilistas cumplan con las leyes de tránsito. ¿Cuando entenderán los miembros de la uniformada que de ellos no ejercer su autoridad, el pueblo les pierde el respeto? Esto me recuerda algo que dijo el Emperador Adrián: "es mejor no tener ley, a tener una ley mala." Cuando la gente no respeta una ley porque la misma no se puede hacer cumplir, la ciudadanía le pierde el respeto a las otras leyes, llevando al pueblo lentamente hacia la anarquía.

Como destruir un vecindario

Desde el 2005 obreros del proyecto Plaza ELA, obra bajo la supervisión del Ing. Fernando Márquez de F&R Construction, entorpecen la tranquilidad del vecindario desde las 5:30 de la mañana cuando llegan en sus automóviles con música tan alta que hace temblar las paredes de las residencias; se estacionan ilegalmente, se cambian de ropa en el medio de la calle (quedándose en ropas menores como si estuvieran en su casa), tiran basura en las calles y las aceras y hasta se orinan descaradamente en las mismas. Durante este abuso que se comete día tras días, los residentes de Floral Park se preguntan... ¿cuándo acabará la destrucción de Floral Park gracias a la codicia desmedida de la Asociación de Empleados del ELA y sus acólitos?

domingo, 13 de julio de 2008

¡7,200 carros en medio día!

¡Continúa la destrucción de Floral Park!

¡La Plaza de la Asociación de Empleados del ELA sigue abusando de los residentes de Floral Park! Vean el video donde la construcción, bajo la supervisión del Ing. Fernando Márquez, de F&R Contractors, obligan a los vehículos de las avenidas principales a desviarse por las calles de la urbanización Floral Park, destruyendo la infraestructura del frágil vecindario. Fíjense en el video como los los automóvil tienen que evadir los boquetes en la calle causados por las grúas de los contratistas, F&R Contractors. ¡7,200 carros en medio día! Al Ing. Márquez y a sus patronos ¡les debería dar vergüenza!