"¿Quién se muere por un ruido?"
Esa fue la atrevida pregunta del retén de la Policía Estatal, el Oficial Figueroa, a las 11:46 de la noche del sábado, 23 de agosto, cuando un anciano residente de la égida Sunrise, llamó al cuartel en varias ocasiones por el escándalo estrepitoso del segundo piso de una residencia ubicada en 460 Calle Padre Berrios (vea nuestro artículo sobre los "jibaritos de Jayuya" de hace un par de años). La casa hace esquina con la calle Ruiz Belvis, se encuentra al cruzar la calle de la égida Sunrise, y es propiedad de el Sr. Jorge Burgos.
El Sr. Burgos, dueño de un sin número de propiedades en Floral Park, las cuales alquila mayormente a cualquiera, nunca respondió a las llamadas que se le hicieron, prefiriendo evadir su responsabilidad de propietario y vecino de Floral Park.
A todo esto, el anciano residente de la égida Sunrise llamó en más de 6 ocasiones al recinto de Hato Rey Este Estatal– dónde le replicó el ya mencionado, e ilustre Oficial Figueroa– y a Hato Rey Este Municipal. NINGUNO de los cuarteles vieron la necesidad de movilizar una patrulla para investigar una situación que además de ser una falta de respeto a los residentes del área, es una amenaza para los enfermos ancianos en la égida Sunrise y una violación a las ordenanzas de Paz Ciudadana.
La ineptitud e incompetencia que distingue estos dos recintos hace años, se mantiene en pie. ¿Qué hacen los comandantes de esos recintos? Lo mismo de siempre– nada.
¡Y sí, Oficial Figueroa, el ruido le puede causar la muerte a una persona, y no tiene que estar encamada ni bajo medicamento, o en estado crítico de salud, como muchos de los residentes de la égida Sunrise! Usted no es digno de llamarse "servidor público".Por favor, ¡renuncie!
Pensar que estos incompetentes que habitan hoy por hoy los recintos de Hato Rey Este Estatal y Municipal, los envalentonan con armas de fuego y placas, es suficiente para pedir que intervenga la Guardia Nacional para proteger a la ciudadanía.
Y al Sr. Jorge Burgos– que dicho sea de paso, no es la primera vez que se le llama la atención por alquilar sus propiedades a gente despreciable e indeseable– le advertimos que vamos a dar a conocer al pueblo, toda violación de ley o reglamento por parte de sus inquilinos y lo vamos a hacer responsable como propietario ante la opinión pública, y si necesario, ante los tribunales.
¡Pobre Floral Park! ¡Pobre Puerto Rico!
Nota: El querellante también llamó al (787) 343-2020 y nunca contestaron las llamadas en el supuesto Centro de Mando de la Policía de Puerto Rico.
Mildred Casanova
San Juan, Puerto Rico
domingo, 24 de agosto de 2014
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